Las lecturas que más he disfrutado el pasado año.
Salvo alguna excepción, se trata de novelas, todas con aparición en librerías a lo largo del 2019, sea con una primera edición en castellano (la mayoría) o con una reedición. Una selección de 15 títulos, sin contar últimos descartes y una mención especial.
Las palabras de un buen libro deben impactar como meteoritos. Sus páginas deben agitarse como olas en un mar de Oparin. Su mensaje debe iluminar una atmósfera enrarecida a golpe de relámpago. Su historia debe fluir incandescente como lava volcánica hasta desembocar en la orilla de la última página. Y solo así, mediante cráteres, salitre, luz y fuego, los buenos libros consiguen dejar huella. Solo así crean nuevos mundos en nuestra memoria, otras vidas a las que asomarnos con miedo o con deseo cada vez que nos asalte el recuerdo. Solo así se debería entender la literatura.
Sin impacto, sin convulsión, solo es tinta mal derramada. Sin destellos, sin magma, solo es la prehistoria del olvido.
En su día Nabokov transmitió la idea de un modo mucho más sencillo y brillante: “La literatura amable ni siquiera es literatura”.
Dentro de la selección de libros de este año hay títulos que impactan por su autenticidad, que provocan mareos morales. Prosas que fluyen con una naturalidad privilegiada, dejándonos aquí y allá esos pasajes memorables que provocan pellizcos al papel. En el 2019 he tenido el placer de descubrir un buen número de obras de esas que directamente pasan a formar parte de tus favoritas de siempre. Por esa maestría narrativa, por el valor intrínseco de una cruda historia personal. Entre otras, en la quincena encontramos una novela escrita por una ex prostituta de veinticinco años que conmocionó en el momento de su aparición al mundo de las letras francesas, una historia por encima del bien y del mal y vomitada sobre el papel por la autora con un abandono brutal de sí misma, todo un alarido generacional. Otro caso a destacar es el de la novela corta que ocupa el puesto ocho de la lista. Inédita en nuestro país hasta la fecha, se trata de una obra sobre la segunda guerra mundial que esconde muchísimo más de lo que quizás somos capaces de apreciar durante el primer contacto con sus apenas sesenta páginas. Esa sensación que solo dejan los grandes libros, las ganas de releerlo nada más acabar no solo por volver a disfrutar de lo descubierto sino por las ganas de descubrir lo que sabes que sigue ahí en el papel y aún no has podido atesorar. El libro en cuestión está publicado por Gatopardo Ediciones, una editorial que entró en mi radar hace apenas año y medio y que ya tiene mi devoción. Una línea editorial valiente y con muy buen gusto que este año consigue colar dos obras en mi TOP. Pero hablando de editoriales arriesgadas y con buen gusto, la corona la sigue teniendo Sajalín. Tres son los títulos de Sajalín que forman parte del listado de Cultura Palpitante en un año muy competitivo, incluyendo el número uno del listado. El corazón literario de Cultura Palpitante ahora también es giratorio.
La mención especial, un año más, es para una obra del tándem creativo compuesto por Ed Brubaker y Sean Phillips. Se trata de Mis héroes siempre han sido yonquis, una nueva aportación al noir en el noveno arte que consigue elevarse por encima de muchas otras por el inconfundible estilo del guionista y el inesperado giro final de la trama.
En cuanto a los últimos descartes, en su mayoría son obras donde prima el entretenimiento exigente, llamémoslo así, y que de haber sido publicadas y leídas durante algún año anterior habrían entrado sin problemas en el listado final. Pero en el 2019, como he dicho, tuve la suerte de dar con muchas obras de un nivel altísimo. Sin orden particular, estas novelas serían:
- Amor armado, de Jennifer Clement.
- El final de affaire, de Graham Greene.
- Mi hermana, asesina en serie, de Oyinkan Braithwaite.
- El hombre que volvió a la ciudad, de George Pelecanos.
- Sidi, de Arturo Pérez Reverte.
- Frankenstein en Bagdad, de Ahmed Saadawi.
- Ocho millones de dioses, de David B. Gil.
A continuación, mi látigo con las mejores obras de 2019 que he tenido la oportunidad y el placer de leer. Las novelas se reseñan a través de un extracto de la sinopsis oficial o a través de un breve pasaje seleccionado, uno de esos pellizcos que les hacemos al papel para destacar palabras brillantes o mensajes expansivos y que en muchas ocasiones ya justifican la lectura de la obra. En algunas excepciones se incluye tanto sinopsis como pasaje, y en varios casos se acompaña con una imagen, detalle de portada. Se añade el enlace a todas las fichas técnicas de los libros, alojadas en las respectivas webs editoriales.
TOP 15 LIBROS 2019
15
El coro de medianoche
Gene Kerrigan
La próspera Irlanda lleva una década enamorada de su propio éxito, pero en las calles de Dublín se siguen cometiendo los mismos delitos que antes y mafiosos como Lar Mackendrick campan a sus anchas. El inspector Harry Synnott lo sabe bien tras veinte años de servicio en la Garda Síochána, el cuerpo policial de la República de Irlanda. Aunque su decisiva participación en varios casos importantes le ha valido el respeto y la admiración de sus superiores, la mayoría de sus compañeros lo consideran un traidor por haber denunciado a otros agentes. Mientras investiga un posible caso de violación por parte de un chico de buena familia y trata de encerrar a un peligroso atracador largamente perseguido, un caso del pasado amenaza con destruir la carrera del controvertido policía.
14
Complot en Estambul
Charles Cummings
Con una larga y fructífera tradición en la novela de espías, la caza del topo —el agente infiltrado por el enemigo en la propia red— es el tema central de este nuevo episodio de las andanzas de Thomas Kell, ex espía del MI6 que lucha por reincorporarse a su puesto tras haber caído en desgracia y haber sido apartado del cuerpo. Como en En un país extraño, primera entrega de la serie, Charles Cumming retrata con extraordinaria fidelidad el mundo de los servicios de inteligencia y nos acerca de forma magistral a las guerras secretas de nuestro tiempo.
En esta ocasión, la directora del Servicio Secreto de Inteligencia británico, Amelia Levene, confía a Kell la tarea de investigar, lo más rápida y discretamente posible, la muerte de un jefe del MI6 en un misterioso accidente aéreo ocurrido en Turquía, histórica zona de encuentro entre Oriente y Occidente. La misión, altamente comprometida, se inicia en Estambul, donde Kell descubre que las operaciones del servicio en la región están en estado crítico: demasiados incidentes y un reguero de intervenciones frustradas hacen que Levene sospeche de la existencia de un traidor en alguno de los servicios de inteligencia occidentales, un hecho que pone en peligro la seguridad global. Así pues, Kell se enfrasca en una búsqueda vertiginosa del topo, un periplo que lo llevará de Londres a Grecia, y de allí a Europa Oriental. Sin embargo, al sentirse traicionado por quienes le son más cercanos, el asunto se convierte en una cuestión personal, por lo que Kell no cejará hasta culminar con éxito la operación, aunque eso suponga ponerse en el punto de mira.
13
Cazadores en la noche
Lawrence Osborne
Robert, un joven inglés de vacaciones en el Sudeste Asiático, tras ganar una pequeña fortuna en un casino de la frontera entre Camboya y Tailandia, decide no regresar a su monótona vida de profesor en Sussex. Permanece en Camboya y vive a la deriva como tantos otros miles de expatriados occidentales que «cazan en la noche», buscando la felicidad en un mundo lleno de supersticiones que nunca lograrán comprender del todo. Sin embargo, el dinero «maldito» ganado en el casino activará una cadena de acontecimientos en la que toman parte un distinguido americano con un turbio pasado, un maletero repleto de heroína, un taxista buscavidas y la atractiva hija de un acaudalado médico camboyano.
Sobre el trasfondo asfixiante de un país traumatizado por la barbarie de los jemeres rojos, Lawrence Osborne reflexiona sobre las maquinaciones ocultas del destino que hacen de todos nosotros unos «cazadores en la noche».
“Davuth, sin embargo —aunque Robert no lo sabía—, venía de una guerra reciente y autóctona. Había sobrevivido, y había aprendido cómo funcionan los seres humanos por dentro. Podía mirar el interior de Robert sin sorprenderse de cuán transparente puede llegar a ser un hombre culto, cuán dócil, primitivo e ignorante. No había el menor respeto en su actitud. Davuth había visto a personas cultas suplicar por su vida en cunetas en llamas, ante niños analfabetos y armados, y no se le había olvidado la expresión de sus caras, ni cómo habían intentado explicar la falta de ampollas en sus manos. Era una de esas experiencias patéticas que no se olvidan jamás. Los niños escuchaban sin comprender, luego les disparaban a la cabeza con kaláshnikovs y reían con las convulsiones de los cuerpos. Tanta cultura y tanta educación para nada. Un niño enloquecido puede estallar toda esa música clásica, a Marx y las matemáticas en una fracción de segundo, sólo porque le apetece ver tus convulsiones.>>
12
Una historia de la luz
Jan Němec
Esta novela extraordinaria, considerada un clásico contemporáneo en su país, narra la fascinante historia de un fotógrafo de la primera mitad del siglo XX llamado František Drtikol. A medio camino entre la ficción y la realidad —pues Drtikol existió: fue uno de los grandes nombres de la fotografía de su época—, estas páginas nos cuentan, y en ocasiones de manera trepidante, los detalles clave de una figura tan contradictoria como seductora: niño incomprendido en un pueblo minero, soldado que nunca llegó al frente en la Primera Guerra Mundial, fotógrafo mundialmente conocido, gran maestro del desnudo que nunca tuvo suerte con las mujeres, precursor del budismo en Europa…
Junto a la historia de su vida como artista, se nos muestra también aquí el desgarro íntimo de su búsqueda de lo absoluto. La relación de Drtikol con la luz fue la que lo acercaría, sin duda, a la mística: dentro de él convivieron siempre el deseo de belleza y la insatisfacción con la realidad.
Pocas veces, una novela de este tiempo —en un brillante recorrido por guerras, vanguardias artísticas y experimentos políticos— nos ha ofrecido una visión a la vez tan singular y tan atractiva del siglo xx. Pocas veces, una novela contemporánea ha sabido narrar con el mismo pulso la vida bohemia y la vida en el mundo rural, la pobreza y la riqueza, el amor y la muerte.
“Aún no son ni las ocho cuando aporreas la puerta del Teatro de Vinohrady. El conserje se frota los ojos, te has adelantado cinco minutos a su reloj. Espérela aquí, dice mirando el cuaderno, el ensayo empieza a las nueve, seguro que viene. Ya, ya, perder a la mujer, eso lo tienen que sufrir todos alguna vez, rezonga con sabiduría.
Te sientas en una de las últimas filas en la sala vacía, a oscuras, y en tu mente repasas lo que le vas a decir. Al menos así la espera se hace más corta. Con amargura recuerdas las palabras algo rebuscadas del alcalde Baxa en la ceremonia de la boda: hoy han decidido unir sus vidas dos artistas que han desarrollado su arte con su pasión interior, y gracias a ello pueden amarse incluso más intensamente. Ojalá. Después de tres años está claro que os habéis quedado sumergidos cada uno en vuestro mundo como dos palitos en algodón de azúcar y, a pesar de esas infladas madejas de palabras dulces sobre el amor y la creatividad, no sois capaces de satisfaceros ni en las cosas más esenciales. La creatividad es como un felino que vigila con celo su territorio, nada peor que dos animales para compartir un pequeño recinto.>>
11
El blues de Beale Street
James Baldwin
En este gran clásico de la literatura norteamericana del siglo xx, James Baldwin da voz a Tish, una chica de diecinueve años embarazada de un joven escultor llamado Fonny. Novios desde el instituto, decidieron casarse y formar una familia, pero sus planes se truncan cuando él es injustamente acusado de violación y encarcelado.
A través del relato de Tish recorremos la historia de amor de esta pareja afroamericana a la vez que asistimos al intento desesperado de la familia por liberar a Fonny de la cárcel y demostrar su inocencia, en una lucha contra la hostilidad y la injusticia de un sistema racista y corrupto.
Publicada por primera vez en 1974, la violencia y la sensualidad de la novela de Baldwin siguen golpeando y conmoviendo conciencias con la cadencia triste y pasional del blues más sentido, avivado en estas páginas por el amor más puro y el afán de supervivencia de unos seres marginados por el color de su piel y por su pobreza.
“<<Tiempo>>: la palabra resonó como las campanas de una iglesia. Era lo que Fonny estaba haciendo: matando el tiempo, cumpliendo su condena. Con el tiempo, seis meses más tarde, nacería nuestro hijo. En algún lugar en el tiempo, Fonny y yo nos habíamos conocido; en algún lugar en el tiempo, nos habíamos amado. En algún lugar, no ya en el tiempo, sino completamente a merced de él, nos amábamos.
En algún lugar en el tiempo, Fonny paseaba arriba y abajo por una celda mientras le crecía el pelo, cada vez más y más rizado. En algún lugar en el tiempo, se pasaba la mano por el mentón, que clamaba por un afeitado; en algún lugar en el tiempo, se rascaba los sobacos, que clamaban por un baño. En algún lugar en el tiempo, contemplaba su situación, sabiendo que era víctima de un falso testimonio, en el tiempo, con la connivencia del tiempo. En otro tiempo había temido a la vida; ahora temía a la muerte… en algún lugar en el tiempo.
Cada mañana despertaba con Tish en sus párpados y cada noche se dormía con Tish atormentándole más allá del ombligo. Ahora vivía en el tiempo, entre el rugir y el hedor y la belleza y el horror de innumerables hombres; y se había visto precipitado a ese infierno en un abrir y cerrar de ojos.>>
10
Maniobras de evasión
Pedro Mairal
¿Qué hace un escritor cuando no escribe? ¿Qué hace un escritor con resaca, o cuando una mujer espléndida lo invita a un trago durante un cóctel literario, o cuando ve dormir a su hijo, o cuando está solo en un cuarto de hotel? ¿De qué manera el magma formado por un accidente de bus, una película cursi y un premio literario transforman a un poeta desconocido en un escritor a quien reconocen hasta en el mall? ¿Cómo nace y cuán inconmovible es la vocación de alguien que escribe?
Cuando Leila Guerriero recibió el encargo de hacer una antología de los textos que Pedro Mairal había publicado en distintos medios de comunicación, fue despiadada. Descartó muchos de ellos sin oír las súplicas del autor, le encargó escribir textos nuevos para ampliar temas que aparecían solo insinuados y le encontró a todo un orden perfecto. Maniobras de evasión es el resultado de ese trabajo conjunto. No es una antología sino una auténtica autobiografía involuntaria en la que el autor, en palabras de Guerriero, «recorre sin anestesia un territorio que a muchos otros estremecería: la trastienda de la escritura, que es como decir la trastienda de la vida. Una radiografía alucinada y elegante del lado B de un escritor, y la aplicación más clara de la escritura como método de supervivencia».
9
Voces de Chernobyl
Svetlana Alexiévich
Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Vendré pronto.» Esto fue lo último que un joven bombero dijo a su esposa antes de acudir al lugar de la explosión. No regresó. Y en cierto modo, ya no volvió a verle, pues en el hospital su marido dejó de ser su marido. Todavía hoy ella se pregunta si su historia trata sobre el amor o la muerte.
Voces de Chernóbil está planteado como si fuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, cuyas voces fueron silenciadas durante muchos años por la antigua URSS. Pero, a diferencia de una tragedia griega, no hubo posibilidad de catarsis.
8
La casa intacta
Willem Frederik Hermans
Europa del Este, 1944. Un soldado holandés que lucha con un grupo de partisanos se refugia en una casa señorial durante un cese de hostilidades. La casa está casi intacta, ajena a los estragos de la batalla, y el partisano se instala en ella como si la guerra nunca hubiese tenido lugar: se baña, se viste con la ropa que encuentra en el armario, come algunos restos de comida. Cuando las fuerzas alemanas recuperan la plaza y unos soldados nazis llaman a la puerta, él decide hacerse pasar por el propietario de la casa. Pero ¿cómo se las arreglará para mantener el engaño?
La casa intacta es un clásico de la novela corta que, cuando se publicó en 1951, causó una enorme repercusión en la sociedad holandesa de la época, en los tiempos en que prevalecía el discurso de la heroica resistencia antinazi, donde se muestra —sin distinción de bandos— cómo la brutalidad de la guerra puede acabar con cualquier pátina de civilización.
“Pese a que cada vez caían más bombas y se oían también ametralladoras, al asomarme a la ventana no pude detectar nada especial. Me afeité delante de un espejo en el que me podía ver de pies a cabeza. Si tuviera una habitación de paredes totalmente cubiertas de espejos podría quedarme allí sin aburrirme jamás, como Robinson Crusoe en su isla. El que se limita a pensar sólo está en contacto consigo mismo a medias. Ver es más valioso, ver lo es todo. Verse a sí mismo como otro significaría la salvación, pero uno siempre permanece en el lado equivocado.
Presté especial atención. Ahora que estaba tan limpio, esperaba detectar todo tipo de cosas en mi rostro; sin embargo, no descubrí nada. Todo lo que había vivido había desaparecido sin dejar rastro. La memoria no puede registrar todos los cambios que se producen en el semblante. Un hombre de ochenta años que se mira en el espejo no tiene la impresión de haber visto a otro reflejado en él cuando tenía ocho años.>>
7
La frontera
Don Winslow
“Al día siguiente, el Washignton Post pregunta a Keller por la promesa de Dennison de construir un muro.
—En cuanto a detener el flujo de drogas —contesta Keller—, un muro no serviría de nada.
—¿Por qué no?
—Es muy sencillo. El muro tendría puertas. Las tres más grandes son San Diego, El Paso y Laredo: los cruces fronterizos con mayor tráfico comercial del mundo. Por El Paso cruza un tráiler cada quince segundos. El setenta y cinco por ciento de las drogas ilegales que llegan de México entran a través de esos cruces legales, casi siempre en camiones, algunas veces en coches. Es imposible que podamos parar y registrar exhaustivamente ni siquiera una pequeña parte de esos vehículos sin colapsar por completo el comercio. No tiene sentido construir un muro cuando las puertas están abiertas veinticuatro horas al día, siete días a la semana.>>
6
La sala Marte
Rachel Kushner
El camino que recorre Romy, condenada a dos cadenas perpetuas, es el que parece programado para ciertas personas y que pone en cuestión el sueño americano: un camino que va directo desde la pobreza hasta la cárcel. En La sala Marte entramos de lleno en este mundo extraño situado tras los muros de una prisión de mujeres, cargado de detalles y de un idioma y una rutina propios; un mundo aparte pero unido íntimamente al del exterior.
La minuciosidad con la que Rachel Kushner trata la violencia latente y explícita de esta red carcelaria, la oscuridad y la comicidad de sus personajes, la implicación con la que se ha empapado de la realidad más subterránea de su país, han convertido a esta novela en una obra clave de la literatura americana actual.
5
Un día más en el Paraíso
Eddie Little
Con tan solo catorce años, Bobbie Prine ocupa su tiempo reventando máquinas expendedoras y gastándose el botín en speed, pastillas y jaco. Tras recibir una brutal paliza de un guarda de seguridad, Bobbie es atendido por el grandullón Mel, médico militar expulsado del ejército por yonqui y convertido en ladrón profesional. Mel y su novia, Syd, acogerán a Bobbie y tratarán de domar su carácter explosivo. Junto a Rosie, la joven novia portorriqueña de Bobbie, formarán un peculiar cuarteto de ladrones y traficantes que actuará en Chicago, Denver, Indianápolis y Los Ángeles. Bobbie aprenderá de Mel el oficio y descubrirá la buena vida, pero también sufrirá el infierno de la adicción y la pérdida de seres queridos.
El criminal y adicto Eddie Little irrumpió en el panorama literario norteamericano con Un día más en el paraíso (1997), novela de corte autobiográfico sin nada que envidiar a la obra de otros escritores delincuentes como Edward Bunker o Clarence Cooper Jr.
“Un Robin Hood honrado y drogadicto de catorce años. Así es como me veía.
Una de las mejores cosas de ser tan joven eran las tías, mayores que yo: todas, las de dieciséis, las de diecisiete, incluso las de veintitantos, todas y cada una, hasta la última, fascinantes, asombrosas, dulces como el caramelo y despiadadas como víboras; cuchillas de afeitar andantes, parlanchinas, envueltas en cintas de seda. Niñas marcadas y voladísimas que fueron mis hermanas y madres suplentes, cómplices de fechorías y amantes.
Una gran familia triste. Nos apoyábamos los unos en los otros como postes de una valla podrida.
Todos desesperados por lograrlo. Si alguien se hubiese molestado en preguntarme qué significaba <<lograrlo>>, no se me habría ocurrido nada mejor que decirle: <<irse cubierto de gloria>>. James Cagney estallando por los aires en Al rojo vivo: <<¡En la cima del mundo, mamá!>>.>>
4
Esa maldita pared
Flako
Todo el mundo tiene un don: el de Flako fue durante muchos años aprender a moverse como un fantasma por las cloacas de Madrid, donde excavaba butrones para atracar bancos. La prensa lo bautizó como ‘el Robin Hood de Vallecas’.
Todo el mundo tiene una maldición: a Flako lo detuvieron el mismo día que nació su hijo. La policía lo acusó de siete atracos. Cumplió condena por dos.
Todo el mundo tiene una segunda oportunidad. La de Flako llegó en forma de cine y literatura. En la cárcel comenzó una relación epistolar con el director de cine Elías León Siminiani. De aquellas cartas nació una amistad que desembocaría en la película documental Apuntes para una película de atracos. Animado por Elías y por los libros que este le regalaba (Edward Bunker, El Lute, Sergiusz Piasecki, Erick el belga), Flako comenzó a escribir sus memorias en la celda de la prisión de Estremera. Escribía con rabia, pero también con ternura, una prodigiosa atención por el detalle, un don innato por la metáfora sorprendente y la honestidad brutal de una confesión a quemarropa.
“Cuando mi padre era pequeño, se metió a trabajar en un ultramarinos de mozo de los recados. Un día, en vez de llevar el pedido al cliente, se lo llevó a mi madre. Eso es lo que hizo el resto de su vida: llevarles a los suyos cosas que eran de otros. Nunca brilló tanto mi padre como cuando, después de un golpe, contaba dinero en una mesa, sin camiseta, con los tatuajes talegueros a la vista, uno en cada brazo, con mi nombre, y el otro con sus iniciales, con un pañuelo rojo al cuello y con un canuto de hachís en los labios; nunca era tan feliz como cuando repartía dinero de los atracos entre familiares y amigos. O como cuando cantábamos juntos, a toda pastilla en el coche, después de un atraco, canciones de Los Tigres del Norte o de Bambino: nos encantaba la parte en la que dice: <<Esa maldita pared que separa tu vida y la mía…>>, solo que en nuestro caso las paredes no separaban amores sino bancos, que es otra forma de amor.>>
3
Intemperie
Jesús Carrasco
Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que lo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua. En ese escenario, el niño, aún no del todo malogrado, tendrá la oportunidad de iniciarse en los dolorosos rudimentos del juicio o, por el contrario, de ejercer para siempre la violencia que ha mamado.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.
«La voz del cabrero, fofa y picuda, y su mano huesuda sobre el hombro. El niño se incorporó como un muelle y, sin mirar siquiera al pastor, abrazó su cuerpo enclenque. Se hundió entre sus jirones para fundirse con él, para penetrar en la estancia serena que sus manos acababan de negarle. Era la primera vez que se encontraba tan cerca de alguien sin estar peleando. La primera vez que enfrentaba sus poros con los de otra piel y dejaba fluir por ellos los humores y sustancias que lo conformaban. El pastor le recibió sin decir palabra, como quien acoge a un peregrino o a un exiliado. El chico se abrazó al torso hasta hacer bufar al pastor, molesto. <<Las costillas>>, dijo, y automáticamente se deshizo el nudo y se separaron. Lo que vino a continuación no fue vergüenza. Acaso una distancia más acorde con las leyes de esa tierra y de ese tiempo. La semilla, en todo caso, estaba echada.>>
2
Fóllame
Virgine Despents
Una prostituta y una actriz porno se encuentran de madrugada por casualidad en una estación tras haber cometido su primer crimen. Manu quiere huir hacia la Bretaña y amenaza a Nadine con una pistola para que la lleve en su coche, pero la joven apenas se resiste, le place la idea. Este peculiar flechazo de inicio a un road trip extremo y violento en el que las dos jóvenes cruzarán Francia, una escapada salpicada de asesinatos, sexo, pornografía y alcohol.
Fóllame es la polémica novela que, con apenas veinticinco años, llevó a la fama a Virginie Despentes, una historia en la que la literatura hardboiled se encuentra con el punk más nihilista. Fue traducida a una treintena de países y su autora dirigió la adaptación cinematográfica, película que fue censurada en Francia y otros territorios. Este Thelma y Louise en versión grunge es un relato descarnado de dos mujeres de humor feroz y amistad casi amorosa. Su historia es una granada; una bomba que hará estallar las mentes biempensantes.
1
Corazón giratorio
Donal Ryan
El estallido de la burbuja inmobiliaria ha dejado secuelas en un pequeño pueblo irlandés, donde la prosperidad de los últimos años ha dado paso a urbanizaciones fantasma, desempleo y desesperación. La quiebra de la constructora local, el asesinato de Frank Mahon, viejo malhumorado y de lengua viperina, y el secuestro del pequeño Dylan han conmocionado a los vecinos de esta población poco habituada a salir en los periódicos. A través de los monólogos, similares a los de Mientras agonizo de William Faulkner y a los de Antología de Spoon River de Edgar Lee Masters, de una veintena de personajes que cuentan su versión de lo ocurrido, emerge un único y demoledor relato de las consecuencias de la crisis financiera en la Irlanda profunda.
Donal Ryan debutó en 2012 con esta novela, galardonada con varios premios y nominada al Booker Prize 2013, en la que nos ofrece un certero y sombrío retrato de la Irlanda contemporánea rural.
“Mi padre sigue viviendo al final del camino, después de la represa, en la casucha donde me crié. Voy a verlo todos los días para comprobar si se ha muerto, y todos los días me decepciona. No ha dejado de decepcionarme un solo día. Me sonríe, con esa sonrisa espantosa. Sabe que voy a comprobar si se ha muerto. Sabe que sé que lo sabe. Ríe con esa sonrisa torcida. Le pregunto si le va todo bien y él se limita a reír. Nos miramos un rato y cuando ya no aguanto la peste que despide, me voy. Suerte, digo, te veo mañana. Me verás, responde. Así será, lo sé.
En el centro de la verja baja de la entrada hay un corazón rojo de metal ensartado en una bisagra giratoria. Ahora está desconchado; del rojo apenas queda nada. Habría que rascarlo, lijarlo, pintarlo, engrasarlo. Aun así sigue girando con el viento. Al alejarme oigo que chirría, chirría, chirría. Un corazón giratorio, desconchado, chirriante.>>
XH O XB